La masoterapia también es muy eficaz para el tratamiento del dolor. Las personas que padecen dolencias como dolor de espalda, artritis, migrañas o lesiones deportivas suelen aliviarse con sesiones regulares de masaje. Técnicas como el masaje de tejido profundo y la terapia de puntos gatillo pueden ayudar a liberar los músculos tensos, mejorar el flujo sanguíneo y reducir la inflamación. Esto no sólo alivia el dolor existente, sino que también puede prevenir nuevas lesiones al mejorar la postura y la flexibilidad.
Además, la terapia de masaje estimula la circulación, lo que ayuda a transportar oxígeno y nutrientes a los tejidos de forma más eficaz. La mejora de la circulación favorece la recuperación muscular, mejora la función inmunitaria y contribuye a una piel más sana. Para las personas con estilos de vida sedentarios o enfermedades crónicas como la diabetes, la mejora de la circulación es particularmente importante para mantener la salud en general.